Cuanta más dependiencia emocional ocupes, más papeleteas la herida de abandono.
En algún momento de la vida hemos tenido la sensación de no poder vivir sin otra
persona, o la sensación de apego desmesurado por alguien cualquiera que este sea amigo, amiga,
novio, novia, mamá, papa, hijos, e inclusive a sustancias.
En donde nuestras decisiones giran en
torno a estas dependencias, el miedo al compromiso, el perfeccionismo exagerado, el sentir que
tenemos que dar la talla y la constante autoexigencia que inclusive nos lleva a enfermar de estrés.
El constante problema en nuestras relaciones y la dificultad para establecer vínculos por el
miedo a sentirnos nuevamente abandonados, el como pasamos de un apego ansioso pasamos a
un apego evitativo y el miedo al compromiso a flor de piel.
Todas estas situaciones y máscaras salen a relucir a raíz de nuestra infancia debido a la
negligencia o ausencia de quienes nos cuidaban, y no necesariamente el tener padres divorciados
o bien fallecidos puede ser desde el hecho de tenerlo en la misma casa, pero sin comunicación o
que se haya concentrado a su vida laboral, quedando nosotros con la sensación de abandono, una
adolescencia y adultos con amistades o relaciones no significativas.
La constante necesidad de aprobación constante y a toda costa con tal de tener la
atención de alguien o sentirnos queridos nos ha llevado a tolerar tratos no adecuados.
Se requiere de mucha autocompasión entre otras actividades para dejarnos de sentir
abandonados, que iremos leyendo en los siguientes capítulos.
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Una respuesta a «Herida de Abandono»