«Nadie nos puede hacer sentir inferior sin nuestro consentimiento»
Es la herida más profunda de nuestra infancia en muchos seres en algún determinado momento de su vida la sensación de no sentirnos queridos, despreciados, apartados, estas pueden ser varios motivos y el principal ejemplo sentir que nuestros padres el rechazo cuando preferían a un hermano o hermana antes que nosotros u que era el consentido de alguno de nuestros progenitores, en la escuela sentir que nos excluyen del grupo de amiguitos, del grupo de trabajo, en nuestra vida adulta en la universidad, en el trabajo una pareja no correspondida, etc.
Cualquiera que represente una repulsión hacia nosotros o nos hallan hecho sentir provoca una herida emocional profunda, por que se lanza directo a nuestra autoestima.
Heridos por el rechazo u desprecio pasamos a un estado de infravalorarnos y buscar la perfección a toda costa, a esa búsqueda constante del reconocimiento de los otros que nos costará saciar, ¿Te suena familiar?
- Percepción Negativa de nosotros mismos
- Reacciones a la defensiva o desmedidas ante las criticas
- Evitación de relaciones intimas o profundas que involucren un tema emocional
- Criticas severas consigo mismo
- Dependencia y miedo al abandono o rechazo
- Niveles de alerta para detectar el rechazo o algún sentimiento de tristeza vinculados algún desprecio.
- Reacciones a la defensiva o desmedidas ante las criticas.
Esta herida puede dejar grandes consecuencias en nuestra vida adulta, creando una inestabilidad emocional y complacencia hacia los demás aún por encima de nosotros mismos con tal de no sentirnos nuevamente rechazados. ¿Que estariamos dispuestos hacer para no sentirnos rechazados?¿Que aceptariamos con tal de pertenecer?¿Cual es el miedo a no encajar, a no intentarlo, que nos detiene?
En lo siguientes capítulos profundizaremos sobre la sensación y el miedo que nos provoca sentirnos rechazados, ¿Alguna vez te has sentido despreaciado o rechazado?